Patronales de la pesca dejan sin empleo a sus trabajadores
La historia se repite año a año desde hace aproximadamente una década. Llega la mitad de noviembre, comienza la temporada de baja zafra y las patronales pesqueras hacen lockout, o sea, paran, van a la huelga patronal. ¿Por qué lo hacen? Porque allí comienza lo que se llama “baja zafra”, un tiempo en el año en donde los rendimientos, la captura pesquera es un poco menor y la ganancia de lo empresarios, también. Ganan, pero menos. Y su voracidad los lleva a no embarcar, a dejar al personal “a la orden”, sin poder trabajar hasta no ser llamados para ello.
Al momento de escribir esta nota, hará más de un mes desde que los trabajadores de la pesca, nucleados en el SUNTMA están parados, sin poder salir a trabajar y, además del perjuicio directo, inmediato, está la incertidumbre de no saber cuándo serán llamados, ya que la experiencia indica que pueden pasar meses sin que las patronales estén dispuestas a volver a embarcar.
Lo hacen, además, para ejercer presión en los trabajadores, ya que este es año de Consejos de Salarios y de esta manera buscan obtener condiciones más ventajosas de contratación. En abril vencen los actuales contratos amparados en los Consejos de Salarios anteriores y, en una práctica que no es novedosa, los patrones buscan desgastar a los trabajadores para que acepten quitas en sus derechos, tanto en condiciones de trabajo como salariales.
Para ser ilustrativos, en este momento las patronales han presentado una plataforma que retrocede más de 40 años en derechos de los trabajadores, los vuelve a los tiempos de la dictadura, así de grave. Pretender que los trabajadores, cuando están embarcados, se paguen su propia comida, que aporten jornales gratuitos de trabajo. No les alcanza con que el sector tenga particularidades como el de la jornada ilimitada o que sean trabajadores sin salario, que dependen de la eventual captura pesquera que se alcance.
Por todas estas situaciones, para denunciarlas y alcanzar soluciones, los trabajadores de la pesca están movilizándose. A finales de enero el Suntma se congregó frente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) junto a compañeros de otros sindicatos del sector, como el Sindicato de Patrones y el Centro de Maquinistas Navales, que integran junto a ellos la Intergremial Marítima Pesquera. Fueron acompañados por autoridades del PIT-CNT, encabezados por su propio presidente, el compañero Marcelo Abdala.
Allí se plantearon los temas ya señalados y otros que ya son endémicos en el sector pesquero. Las patronales hacen un uso abusivo de recursos de la Seguridad Social, enviando masivamente a seguro de desempleo a los trabajadores, de manera tal que muchos de ellos no puedan estar en nóminas, sufriendo una precariedad laboral espantosa. Los trabajadores han reclamado soluciones a estos abusos en forma reiterada, no obteniendo respuestas satisfactorias de parte de las autoridades de gobierno. Lo mismo ocurre con las plantas pesqueras, en donde la tercerización y precarización laboral es prácticamente total y ya casi no hay trabajadores en plantilla efectiva.
Además, las patronales plantean cuestiones económicas y financieras. Se quejan de que no reciben prebendas y exoneraciones, pero ocultan que llevan adelante una actividad que durante seis meses les proporciona una altísima rentabilidad y que en los otros seis meses dejan a los trabajadores en la calle.
Repiten y repiten que hay una “crisis en la industria”, pero los trabajadores pesqueros la desmienten. ¿Qué sector de producción industrial o qué emprendimiento o qué negocio puede ser rentable y darse el lujo de trabajar seis meses al año y tener la posibilidad de estar seis meses parados. Evidentemente la renta que acumulan durante la zafra, el periodo corto de explotación, es tan grande que le permite vivir todo el año a los empresarios, pero a los trabajadores no.
También ocultan que se vienen batiendo récords de exportación, y no son cosas inventadas por los trabajadores, sino cifras oficiales. Van por todos los medios de comunicación pregonando que la solución de la pesca es trabajar más días y que la intención siempre es trabajar mínimamente 270 días al año, cosa que no se llega desde hace muchísimo, muchísimo tiempo. Como dijimos, en el mejor de los casos se trabaja seis o siete meses al año.
Es en este complejo panorama, se movilizaron y comparecieron ante el MTSS, donde plantearon la necesidad de trabajar, de que la industria se mueva, que no pueden estar rehenes de la especulación de tres o cuatro patrones que son los que tienen el monopolio de la pesca, y a su vez la posibilidad de que haya un amparo para los compañeros que no tienen nada, situaciones dificilísimas por las características del trabajo que ya explicamos, por la zafralidad, por la rotura de los barcos, por los pocos días que se trabaja, y también por las condiciones de vida que llevan a bordo. Los trabajadores han demostrado que sufren condiciones de trabajo del año 1900.
Tienen por delante nuevas reuniones para seguir informando y negociando ante las autoridades y las patronales pesqueras. Ya se han reunido en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca con el director de la DINARA, harán lo propio también con las autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería y nuevamente con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Es evidente que entre los distintos ámbitos de gobierno hay contradicciones que no permiten avanzar, además, hay verdaderos conflictos de intereses entre ellos.
Los trabajadores no reclaman subsidios. Estamos reclamando trabajar, que la voracidad empresarial no haga que cuando el retorno económico cae en la baja zafra, ellos elijan no salir, porque ellos pueden vivir de seis meses de enormes ganancias y luego parar, hacer un verdadero lockout patronal. Pero lo trabajadores no, ellos viven de un salario fijo y necesitan trabajar, quieren trabajar.
Y si no hay respuestas favorables, seguirán la lucha en las calles, en la acción directa, porque no pueden darse el lujo de seguir esperando a que la burocracia se ponga de acuerdo, son trabajadores, hay familias que dependen de ellos para alimentarse, para vivir, no pueden permitir que sus familias pasen penurias, hambre.
Por eso afirman: “Nuestro único miedo es el hambre”.