El otoño todavía regala alguna tardecita de sol, pasando el mediodía Mónica y Claudio toman un ómnibus rumbo al Parque Rodó, junto a su hija Paula, de casi 2 años.
Por Fernández Crespo, en la intersección entre Mercedes y Uruguay, frente al Cine Miami se bajan para cambiar de ómnibus. Tres autos los interceptan. Primero golpean a Claudio, lo encapuchan, después encapuchan a Mónica y a la nena, como le dice su abuela. A pesar de los ruegos y gritos los separan, suben a Claudio a un auto y a Mónica con Paula a otro. Nunca llegaron al Parque, es posible que esa haya sido la última vez en la que pudieron estar los tres juntos.
Mónica y Claudio siempre entraban la ropa antes del anochecer: descolgar, doblar, guardar, ritual doméstico cotidiano. Por eso una pareja amiga sintió que algo estaba mal cuando a la noche vieron que la ropa aún se mojaba con el rocío. Se dan cuenta de que no han vuelto a casa y llaman a la hermana de Mónica en Argentina.
Es 18 de mayo de 1978, feriado Nacional en Uruguay por la conmemoración de la Batalla de las Piedras. También se celebra el día del Ejército Nacional. Mónica Sofía Grinspon y Claudio Ernesto Logares, de nacionalidad argentina, se encuentran exiliados en Uruguay desde hace casi un año. Se fueron de su país porque estaban siendo perseguidos, ya que ambos militaban en la juventud peronista.
A través de testimonios se sabe que fueron llevados a Argentina en el marco del Plan Cóndor. Una testigo pudo comunicarse con Mónica en junio de 1978 en el Centro de detención llamado Pozo de Banfield, su principal preocupación era su hija de dos años de quien no tenía noticias.
Paula Eva Logares fue apropiada por el subcomisario Rubén Luis Lavallén, a cargo de dicha dependencia policial.
Elsa Pavón (madre de Mónica) llevó la búsqueda por la desaparición de su nieta ante organismos internacionales como CLAMOR, la Organización de los Estados Americanos, las Naciones Unidas y Amnistía Internacional.
En 1983, Paula es encontrada y recuperada por su abuela Elsa, ejemplo de perseverancia y pionera en la lucha de las abuelas por recuperar a sus nietos expropiados en dictadura. Después de una larga lucha contra el expropiador de Paula, Elsa pudo abrazar a la nena de nuevo.
En junio de 1984 las pericias judiciales confirmaron la filiación de Paula, fue el primer caso en el que se utilizó material genético como prueba. El 13 de diciembre de ese año se le restituyó su verdadera identidad.
En palabras de Elsa, madre de Mónica: “No hay otra manera aparte de la palabra para construir la memoria sobre lo que ocurrió en América Latina”. Permanecen desaparecidos.
El miércoles 8 de noviembre se colocó una placa en recuerdo de Mónica Sofía Grinspón y Claudio Ernesto Logares en la fachada de ATSS y se enmarca en el Proyecto ALBA, “Audioguía de las Memorias” realizado por el Municipio B.
En cada lugar donde se coloca la placa de personas desaparecidas, que se corresponde a la ubicación geográfica de su secuestro, se encuentra impreso un código QR que permite acceder al link donde se encuentra en audio el contexto en que ocurrieron los hechos (el audio fue realizado por el grupo “Jóvenes por la Memoria”), así como una ilustración e información de las personas.
Pueden visitar el sitio de Alba en www.alba.gub.uy. El agradecimiento al equipo del proyecto (Jóvenes por la Memoria y Municipio B) por permitirnos ser parte de esta iniciativa tan importante para la memoria.