Algunos problemas de la Negociación Colectiva en BPS

Documento presentado ante la MSCE por la dirección de ATSS.

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Como ha sido debidamente informado y es de conocimiento de Presidente y Secretario General de nuestra Central PIT-CNT, de los Coordinadores de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes (MSCE) y demás integrantes de la misma, como así también de la Mesa Representativa, la ATSS desde la instalación de este “nuevo” Directorio en el BPS ha tenido que enfrentar una serie de dificultades, muchas de las que podrían haber tenido una mejor resolución o haber llegado a acuerdos si se hubieran recorrido, oportuna, eficaz y legítimamente los pasos definidos en la Ley de Negociación Colectiva.

Ninguno de los y las compañeras aquí presentes puede negar el significativo avance que tiene la existencia de la Ley de Negociación Colectiva del Sector Público, más allá de sus imperfecciones y dificultades para su instrumentación por parte de la negativa de las contrapartes de algunos sindicatos fraternos de abrirse a la negociación. Ello seguramente es conocido por todos los participantes del Departamento de Públicos de nuestra Central, pero para el caso nos corresponde un enfoque particular, en el marco de los sindicatos miembros de la MSCE, para así, de éste, lograr colectivamente una síntesis general que nos permita un accionar colectivo, oportuno y contundente de ahora en más.

En función de lo anterior hemos optado por dividir esta exposición en tres Capítulos para una mejor comprensión.

– De la Representación y la Representatividad
– Del debilitamiento de la Negociación
– De la Negociación Colectiva y el Peligro de la No Negociación.

DE LA REPRESENTACIÓN Y LA REPRESENTATIVIDAD

Para la ATSS la Ley es extremadamente clara cuando determina los actores, su grado de representación en los diferentes ámbitos definidos por ella y la repercusión de dicha representatividad. El enfoque es preciso, quien es designado en representación de un organismo u organización para actuar en cualquiera de los ámbitos definidos por la Ley, adquiere la representatividad del organismo u organización y por tanto sus expresiones, acciones, compromisos y firmas tienen el valor de comprometer al organismo u organización por la que se participa en el ámbito legal, lo que hace que la opinión personal carezca de validez formal e inequívocamente revista el carácter de improcedente.

Otro enfoque no menos importante es la carencia del cumplimiento de los aspectos formales previos a cualquier negociación, o mejor dicho a la actuación a realizar en representación de cualquier organismo u organización y es la falta de la comunicación administrativa correspondiente, nos referimos al acto administrativo de designación, con las referidas atribuciones y limitaciones para desempeñarse en los ámbitos definidos por la norma. Sorprende que las organizaciones sindicales desconozcan quienes son los “interlocutores válidos”, o representantes legales de los organismos del Estado que deben participar en los ámbitos definidos por la Ley y más sorprende que se cuestione por parte de ellos la “legitimidad” de los representantes sindicales en los mismos ámbitos.

Ejemplo I: en el último convenio de Rama se desconoció expresamente que los Coordinadores de la MSCE representaran a la ATSS.

Ejemplo II: en la delegación a Bipartita Política en representación del directorio del BPS no participa ningún director integrante de la representación política y por ende con carácter de decisión o validez material en sus exposiciones.

En lo que refiere a la representatividad en el caso de la ATSS, la conducción mayoritaria emergió de una elección relativamente reciente, en que la lista mayoritaria se sometió al soberano luego de dos años de actuación y, no solamente fue reelecta sino que, fue clara mayoría a nivel nacional y las cinco regionales.

DEL DEBILITAMIENTO DE LA NEGOCIACIÓN

– La No negociación.

En lo particular estamos en condiciones de afirmar que enfrentamos una nueva estrategia del Poder Ejecutivo, con características específicas para cada organismo al momento de la negociación. Mientras en períodos anteriores no se cuestionaba la representatividad, en lo que al BPS refiere, se cumplía con los aspectos formales y administrativos de participación sin cuestionamientos ni legitimidades en los diversos ámbitos bipartitos, fueran estos políticos o técnicos. Ahora la estrategia de la Administración ha sido que frente a cualquier conflicto que no encuentra la “adecuación” del sindicato a su propuesta, opta por retirarse de todos los ámbitos de negociación e incluso invalidar el político que sería el único que permitiría una pronta resolución a la situación de “enfrentamiento” generada.

De acuerdo a lo anterior, procura el desgaste de la herramienta sindical, sin considerar la posibilidad de no lograrlo, y lo que es más grave, se expone a la opinión pública, pues además de que se efectúan por parte de la representación sindical las denuncias ante las comisiones parlamentarias correspondientes de Cámara de Diputados y de Senadores, también se efectivizan ante la Bancada oficialista, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, los Ministerios involucrados en los temas de conflicto, la prensa oral, escrita y televisiva a nivel nacional, además de la Juntas Departamentales mediante giras al interior del país.

Al respecto, ante el debilitamiento de la Negociación el sindicato opta por las “viejas estrategias” de divulgación y concientización y participación social.

– La Salud como prestación social.

El Sanatorio Canzani

Con el fin de aclarar lo anterior, el mejor ejemplo de este accionar ha sido el conflicto por el No Cierre del Sanatorio Canzani, fue necesaria la intervención del MSP, principal rector de las políticas públicas de Salud por precepto Constitucional, para revertir una decisión de la que “nadie” asumió autoría, pero que en los hechos se estaba llevando adelante. Lo más grave es que la representación social en el directorio no se expidió en sintonía con el sindicato.

Y lo peor es que luego de firmado el acuerdo MSP-ATSS-BPS permanece el discurso por parte de algún representante social de que el Sanatorio no cerraba.

Compañeros; el sentido común, aquel tan importante para Gramsci, quizás nos aclare el panorama: ¿Cómo puede mantenerse abierto un Sanatorio al que se le cierra el sector de internación, puerta de emergencia y urgencias y farmacia? Seguramente que quien piensa que seguiría siendo un Sanatorio sin todo lo anterior y más, no coincide con las máximas autoridades en Salud de la República, pues ellas definieron que no sólo no debería cerrarse, sino que además debe consolidarse y potenciarse. Evidentemente el cierre traía peores consecuencias que el cierre en sí mismo.

Ahora bien, luego de esto la ATSS no ha recibido al menos, la convocatoria por el no cierre, de salvo honrosas excepciones los actores sociales con representación en el directorio para interesarse por el “avance” en las negociaciones entre ATSS y BPS para consolidar y potenciar el Sanatorio como mandató el MSP, en beneficio de los usuarios.

Todo lo contrario, el Directorio mantuvo para estas negociaciones los mismos actores que proyectaron el cierre, en lo que cualquier trabajador puede interpretar como una actitud, revanchista y desafiante, con un perjuicio superior, que es la incertidumbre sobre la asistencia en salud de la población más desprotegida y desvalida del país, como lo son los discapacitados y pacientes de enfermedades raras, que oportunamente se expresaron por contar con un Centro de Referencia de avanzada.

La ATSS entiende, por tanto, que esto es un debilitamiento de la Negociación, provocado intencionalmente por los representantes del Poder Ejecutivo, con la anuencia de parte de la representación social en el Directorio.

Siempre hemos manifestado que en momentos en que hay que “apretarse el cinturón” los recortes se ejecutan en las prestaciones sociales en general, en la salud y la educación, y la pretensión de cierre del Sanatorio Canzani es un ejemplo de ello.

El Sector Certificaciones y Peritajes.

Desde el año 2014 la ATSS planteó los problemas que se avecinaban y avizoraban en este Sector además del consecuente costo económico que provocaba la mala gestión de los recursos humanos y económicos, y el consecuente perjuicio para toda la sociedad de la mala administración de los mismos.

“Difícil encontrar un espacio para resolver el problema cuando el BPS considera que no existe”, estas palabras son el resumen de la reunión mantenida por autoridades del SMU y el BPS por el tema referido, hace pocos días atrás.

El Directorio al pasar a la órbita del prestador de salud la certificación médica (privatización) ha sido el primero y principal actor en perjudicar a la Institución.

El segundo problema ha sido la desregulación laboral y precarización de los funcionarios profesionales del Sector, comenzando por no contar con los profesionales suficientes en forma permanente (se trabaja en regímenes de destajo y de suplencias) y las remuneraciones no se ajustan a la realidad de las profesiones y el Directorio no hace nada por mantener el nivel, motivación y compromiso institucional necesario para el volumen de erogaciones que motivan tanto las certificaciones o el otorgamiento de discapacidades.

El desmantelamiento es tal, que no se cuenta con los profesionales suficientes para practicar las Juntas Médicas establecidas por Ley (deben ser tres integrantes y no menos de dos) y en muchos casos las realiza un solo profesional.

La ATSS planteó la situación oportunamente ante la OPP, dado que el Directorio adujo que era esta Oficina la que no permitía la resolución al problema de los profesionales. La respuesta de la OPP fue que el Directorio contaba con los recursos económicos suficientes para efectuar las contrataciones necesarias y permanentes (CFP y luego presupuestación) de los profesionales necesarios, que tenía las atribuciones legales para hacerlo y que no existía observación contraria de la referida Oficina para resolver la situación. Pues bien, el Directorio prefirió no hacerlo y continuar incrementando el déficit económico, y además, lo que es más grave dejando a trabajadores certificados con solicitudes de incapacidad con un atraso que supera el año y más también, sin realizarles la Junta Médica para otorgar la prestación de Subsidio Transitorio, Jubilación por Incapacidad o Pensión por Invalidez. La situación es tan grave que hubo trabajadores con enfermedades severas y a término que han fallecido sin recibir la prestación por la que han tributado. Sólo para tener una idea de la situación, en sucursal Rivera hay alrededor de 300 solicitudes pendientes de revisión, en Tacuarembó alrededor de 150, en Cerro Largo hace meses que no se realizan Juntas y como broche de oro podemos establecer que hay más de 25.000 certificaciones atrasadas.

Ahora bien, la respuesta del Directorio es que “hay una cultura de la certificación por complacencia, o sea malos trabajadores y peores médicos”; que ha disminuido el número de aportantes y aumentado el número de pasivos.

Es importante destacar que si el argumento es el vínculo médico paciente ¿cómo es posible efectuar un llamado a médicos de la localidad para que efectúen los controles? El hecho es significativo, al llamado se presentaron 450 profesionales, de los que luego quedaron 69 y finalmente enterados de cuáles serían sus tareas, quedaron menos de 20.

Dos preguntas obvias: ¿qué tiene que ver el atraso con lo que se aduce y por qué no se puede cumplir con el control oportuno y eficaz como se realizaba antes? Una única respuesta: Mala Administración de recursos económicos y Mala Gestión Humana.

Sin embargo la acción del Directorio, fue desplazar a la Gerente que había ganado por concurso la gerencia (Profesional Grado III) y que venía denunciando la situación desde que asumió el cargo, además de solicitar los recursos tanto humanos como económicos para resolver la situación y nombrar en su lugar a un amigo personal de algunos directores en calidad de interventor, cuyo mejor antecedente es haber sido uno de los ideólogos del proyecto de cierre del Canzani.

El resumen es: la Mala gestión se mantiene, el interventor solicita ideas por mail a los profesionales del sector, cuando no está certificado por stress, en clara muestra de ineptitud; los atrasos continúan, el déficit se incrementa y los beneficiarios (trabajadores como todos nosotros) siguen esperando por la solución rápida a su acuciante situación de salud y económica.

A todo esto los planteos de la ATSS fueron reiterados en los ámbitos políticos correspondientes y denunciados ante la opinión pública.

Un comentario necesario; cuando el Directorio comprobó que era necesario estimular a los inspectores, avaluadores y fiscalizadores, para tener una recaudación lo más ajustada a la realidad de la población registrada y eliminar las sub -declaraciones y el “trabajo en negro”, incrementó mediante compensaciones adecuadas a esa pretensión a los referidos funcionarios, pues bien, a eso se niega ahora frente al creciente déficit en los subsidios por enfermedad contando con los recursos económicos para hacerlo.

– La falta de controles oportunos.

Conocido es por todos ustedes el déficit acumulado de U$S 50.000.000 por las liquidaciones erróneas de licencias y aguinaldos de la construcción desde 2013 y que todo parece indicar que no será solucionado en este año. Esto no es más que otra perla del mismo collar, por eso simplemente lo enunciamos junto a los anteriores. La mala administración económica genera perjuicios a toda la sociedad y nuevamente este caso es emblemático, pues, de no haber existido este error continuado, el Estado y para el caso, el Gobierno, hubiera dispuesto de U$S 50.000.000 para la Rendición de Cuentas.

De lo anterior queda en evidencia que la Negociación Colectiva está fuertemente debilitada. En esto inciden varios factores, que cada dirección sindical considerará respecto de su realidad, pero esta reunión lo que pretende es encontrar los puntos de encuentro de las “diversas realidades” de cada organización en particular, por ello avanzaremos al último Capítulo de nuestra exposición.

DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA Y EL PELIGRO DE LA NO NEGOCIACIÓN

Resumidamente en éste sentido consideramos:

– Que el hecho de que el Poder Ejecutivo, actúe conforme a la Ley de Negociación Colectiva con algunas organizaciones sindicales miembros de la MSCE y con otras no, es parte de la estrategia de dividir a la Coordinación sindical.

– Que las dificultades de los sindicatos públicos para unificar la protesta, sobre toda la base social, disminuye la consolidación de la protesta particular y no asegura la conquista de las reivindicaciones en las que todos deberíamos coincidir.

– Que debemos avanzar en la consolidación de la unificación de las reivindicaciones, para ir a la movilización en la unidad y esta unificación no debe ser bajo la imposición hegemónica sino mediante el consenso, sólo así será válida y duradera y podrá, entonces sí, transformarse en hegemónica. Sin estos y otros acuerdos conceptuales, la debilidad de la Negociación Colectiva llevará a la pérdida del valor que ha tenido su conquista.

– Es importante detenerse en el análisis de que hoy la discusión sobre la base de bandos quiebra la unidad y disminuye el valor de la crítica; si critico soy de derecha y si no lo hago soy obsecuente. Reivindicar la crítica es fundamental y accionar es la clave de ése fundamento.

– Debemos del análisis de esta realidad considerar “que en el arte político, la destrucción de los viejos esquemas es la sustitución de los individuos, de los jefes individuales, por organismos colectivos en la función dirigente”. Por ello consideramos importante la rotación de los compañeros y compañeras que se desempeñan en calidad de coordinadores de la MSCE.

– Que el fortalecimiento de una Coordinación está en que a todos y todas, las y los compañeros hay que formarlos culturalmente en los problemas de cada sindicato miembro y, a su vez, ayudarlos a elaborar críticamente su propio pensamiento para participar en una comunidad ideológica, para el caso la Mesa Coordinadora de Entes.

– El hecho de no haber resuelto a la fecha la derogación del decreto 401 y acordar una Ley que determine la vigencia de la Negociación Colectiva para dirimir situaciones de huelgas atípicas es otro tema que muestra la fragilidad de nuestra negociación, entendiéndose por ella, el no reconocimiento por el otro, de que somos actores legítimos para acordar.

– Evidentemente muchos de los problemas que tenemos han sido producto de la falta de análisis oportuno cuando estaban gestándose, pues bien sabemos, que nos planteamos problemas que podemos resolver, y cuando estos los genera el otro actor, en nosotros está tener la capacidad de análisis para tener una solución más avanzada, que no sólo resuelva el problema, sino que también nos consolide como organización frente a lo anterior.

– La ATSS desde un tiempo atrás ha considerado que no debe detenerse ante el primer no de la administración, pues obviamente existen actores de mayor relevancia que estos, es por ello que si no encontramos la solución en el ámbito bipartito, recurrimos al enfrentamiento con los verdaderos decisores de la política pública, para así resolver lo que consideramos vital o demostrar que lo planteado es falso. Esto quedó ejemplificado en la lucha contra el cierre del Sanatorio Canzani.

Consideramos que la fraternidad es el sustento de la solidaridad y por ende la Unidad se consolida con el fortalecimiento de ellas, así pues, nadie es más que nadie, ninguno es más débil o más fuerte que otro, simplemente iguales, simplemente luchadores de clase.

Dirección de la ATSS