En un Teatro El Galpón colmado de compañeras y compañeros, se realizó ayer miércoles 4 el lanzamiento de la campaña por el “SI” a la reforma de la Seguridad Social que promovemos junto al PIT-CNT y un conjunto amplio de organizaciones sociales y políticas.
Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT fue el único orador de la actividad y en su discurso puso especial énfasis en que la eliminación del lucro a través de las AFAPS permitirá utilizar ahorros públicos para eliminar la pobreza infantil
Abdala comenzó su discurso convocando a construir un “nuevo escenario” elaborado desde “las mejores tradiciones democráticas del pueblo y con un vasto diálogo social”. Sostuvo que el lanzamiento de la campaña es un hecho histórico y que entre todas y todos debemos asumir el “compromiso de que el domingo 27 de octubre, la mitad más uno de los votantes colocará la papeleta por el SI”, para cambiar la realidad del país” en materia de protección social.
UNA CAMPAÑA INTENSA QUE TOCA MUCHOS PRIVILEGIOS
El presidente de la Central Obrera exhortó a llevar adelante una campaña fuerte e “intensa en militancia, razones, diálogo y escucha”, que tendrá un componente de “ética muy profunda”, que defienda el concepto de que “la vida esté al servicio de la vida, de la felicidad humana”.
“El dilema central que enfrenta la sociedad uruguaya es optar entre los privilegios de una minoría”, o defender a “las amplias mayorías populares y sus derechos humanos fundamentales, que deben convertirse en vida y no quedar solo en formulaciones”.
Cuestionó frontalmente el sistema de AFAPS, que aún permanece en solamente 18 países del mundo. ¿Cómo es posible que el trabajador aporte a las AFAP y no se le descuente de las presuntas rentabilidades que dicho sistema genera, sino directamente del monto que aporta? ¿Qué tiene que ver esa lógica con una ética que ponga en el centro el derecho humano y la buena vida de las personas?”, expresó.
Hizo lo propio al hablar del valor de la libertad. ¿Qué queda de sus discursos liberales sobre la libertad de las personas, cuando imponen una ley que organiza el ahorro forzoso de las AFAP para el beneficio del capital financiero. Y sostuvo, además, que los defensores de las AFAPS cuando hablan de libertad, “se refieren a una libertad extrema para el capital financiero y a la opresión de las grandes mayorías populares y nacionales”.
Al continuar su discurso, reflexionó sobre el tema de la supuesta confiscación de los ahorros que se produciría si se aprueba el plebiscito. Fue enfático al afirmar que la verdadera “confiscación” se produce al “agregar cinco años más de trabajo, porque se eleva la edad de jubilación a los 65 años, con una reducción del 10% de los ingresos que el trabajador recibía antes, por jubilarse a los 60 años”. Adicionalmente, afirmó que debido a estos cinco años adicionales de trabajo, “se lastimará a más personas y habrá más discapacitados”.
Y recordó que “en las AFAP, cuatro de cada diez personas, después de casi 25 años de aportes, cobran menos de 2.830 pesos por mes. El 61% recibe menos de 5.600 pesos mensuales, y el 80% del total no llega a los 11.300 pesos por mes”.
LA REFORMA QUE IMPULSAMOS
Abdala continuó manifestando que el plebiscito que impulsamos “no plantea una reforma integral de la seguridad social, sino que consiste en tres medidas cautelares para proteger los derechos elementales de la gente, derechos que han sido confiscados por un proceso de expropiación permanente que comenzó en la dictadura, continuó con la reforma de 1996, tuvo un freno con la micro reforma positiva de 2008, pero que regresó con la Ley 20.130”.
Pretendemos que una persona “que trabajó toda su vida pase de percibir una jubilación de 18.880 pesos a 22.300 pesos, equivalente al salario mínimo nacional, y que eso provocaría el Diluvio Universal y las mil catástrofes de la economía”. Es una verdadera batalla de la “vida contra los privilegios”, reafirmó. Y respondió a quienes afirman que nuestra reforma costará más de 1000 millones de dólares, cuando en realidad su costo es de 460 millones de dólares. “Buscan generar miedo en la gente y presentar una catástrofe ante un triunfo popular”.
LAS AFIRMACIONES FALSAS
En el final de su discurso, Abdala tuvo palabras para quienes dicen “disparates, en algunos casos por ignorancia y en otros con intenciones negativas”. En tal sentido, sostuvo que afirmar que “los impulsores del plebiscito serían responsables de no tocar privilegios como lo de la Caja Militar es un exabrupto, un disparate”.
Asimismo, desmintió a quienes afirman que la papeleta por el SI prohíbe el ahorro individual. En tal sentido, afirmó que “lo que lo prohíbe es el régimen de súper explotación de los trabajadores, la precarización laboral y los que ganan menos de veinticinco mil pesos”.
“Oponen a pobres contra pobres”, cuestionó. Y añadió que “se atreven a oponerse a que los más veteranos, los más castigados”, jubilados de menores ingresos, “pasen de percibir 18.300 pesos a 22.000 pesos”. Sostuvo que cuando los jubilados puedan ganar un poco más “se distribuye mejor entre los pobres y ese dinero se vuelca al mercado interno y no a las Bahamas”.
En tal sentido, culminó su discurso proponiendo que los ahorros públicos que se generen a partir de “la eliminación de las AFAPS”, que ubicó en más de 500 millones de dólares anuales que desde Rentas Generales se le transfieren a las AFAPS anualmente sean destinados a “erradicar toda la pobreza infantil”.