En este día en que recordamos a los mártires de Chicago, que nos interpela en cuanto hemos avanzado por alcanzar una mejora sustancial en las condiciones de trabajo, que nos posiciona frente a un nuevo Diálogo Social, es también un momento de reflexión, que nos retrotrae a aquel 1er Encuentro de Seguridad Social a finales de 1985.
Un encuentro donde se plasmaron, entre otros, 4 aspectos sustanciales: el ajuste de las pasividades por el IMS, la jubilación mínima equiparada al SMN, la Asignación Familiar equiparada al 15% del SMN y la lucha frontal contra la privatización de la Seguridad Social.
Este año se van a cumplir 40 años de aquel histórico encuentro, 40 años que han dejado solo uno de esos aspectos grabado a fuego en el imaginario colectivo en aquel lejano 1989 cuando con el 72% de aprobación la clase trabajadora y el pueblo oriental plantan su primer mojón en la Constitución de la República estableciendo el ajuste de las pasividades por el IMS.
Un mojón que parecía indestructible, un faro que creímos nunca se apagaría pero que el gobierno anterior con su Reforma de la Seguridad Social en la ley 20130 se las ingenio para destruirlo y que hace temblar los fuertes cimientos que la solidaridad de la clase trabajadora y el pueblo habíamos construido piedra sobre piedra durante más de 40 años.
Una voluntad popular que sistemáticamente fue ignorada por los sucesivos gobiernos y que al día de hoy acumula una deuda de más de 500 millones de dólares aprobados, usurpados a nuestros abuelos y abuelas a nuestros trabajadores de ayer, hoy y siempre, a quienes han pagado con sangre, sudor y lágrimas por construir la sociedad, y defender la democracia y las libertades que hoy tenemos.
Es hoy también un momento de balance, de pasar raya sobre el impulso que le dimos a dos de esos aspectos recogidos en aquel encuentro de 1985. Haber puesto en la discusión de la gente la jubilación mínima y la eliminación de la privatización de la Seguridad Social, haber alcanzado casi un millón de voluntades, haber desnudado que con la reforma de 1996 nos habían expropiado casi 10 mil pesos por mes en nuestras jubilaciones que es lo que nuevamente le expropiaron a las futuras generaciones con la última reforma, nos deja un sabor semi amargo por no haber alcanzado las voluntades necesarias para plantar esos 2 nuevos mojones.
Pero la realidad es porfiada, esa que da cuenta que el capital no se fía de este sistema, con más de 50 mil millones de dólares en los bancos, no en las AFAP.
Con un BPS superavitario gracias al fideicomiso de los que se desafiliaron de las AFAP en el 2018, la misma propuesta, la misma solución que impulsamos en el plebiscito y que le permitiría al BPS una bocanada de oxígeno por los próximos 20 a 30 años.
El actual gobierno dijo que lo que la clase trabajadora pretendía estampar en la Constitución se podía hacer por ley, fue su compromiso de campaña, hoy a las puertas del diálogo social ya no están tan seguros.
Hoy es un tiempo de perspectiva también, de compromiso con el pueblo oriental, que seguiremos en este camino por hacer realidad el legado de aquellos hombres y mujeres que junto al Pepe D’elia en aquel lejano 1985 sentaban las bases para una Seguridad Social SOLIDARIA, UNIVERSAL Y PUBLICA.
Y porque como expresara Artigas “la causa de los pueblos no admite la menor demora” se hace imperioso que el gobierno adopte medidas urgentes a partir de la Asistencia Financiera al BPS que no va a tener que ejecutar, que permitan resolver las necesidades más urgentes de nuestro pueblo.
- Por una Jubilación mínima igual al SMN
- Por una jubilación a los 60 años de edad
- Por una Seguridad Social sin lucro y sin AFAP
Hacia una sociedad sin explotados ni explotadores.
Viva la clase trabajadora
Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social