¿no estaremos ya navegando en el Titanic?

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“No se puede ser de Nacional y Peñarol al mismo tiempo, ni tampoco ver el iceberg arriba del Titanic y no cambiar de rumbo”. (1)

“Yo creo que en nuestro pueblo se merece un debate que salga del miedo, que salga de la catástrofe que no existe. Cada vez que nuevamente nuestro pueblo aspiró a alguna cosa, aparecieron los agoreros de la catástrofe. Cuando don José Batlle y Ordóñez impulsó, y había múltiples huelgas y luchas populares, la ley de 8 horas, iban a cerrar todas las empresas, el país iba a ser un caos”. (2)

En partes de la conferencia de prensa de Lacalle Pou, cuyo objetivo explícito según sus palabras era llamar a no votar el plebiscito promovido por el PIT-CNT y organizaciones sociales echó mano a todos los recursos del miedo y los cucos que ya se venían manejando por parte de quienes se oponen a que sea el pueblo quien decida sobre su seguridad social.

Entre ellos y quizás el más humorístico fue el de la comparación con el Titanic. Como si el aumento de jubilaciones y pensiones mínimas a 308 mil jubilados fuese el derroche de dinero más grande que haya hecho este país.

A lo que cabe preguntarse si no estaremos navegando ya en aguas frías e impactado con el dichoso iceberg de la mano de nuestra clase política cuando si por un “gasto” de 460 millones de dólares, que es lo que insumiría este aumento de jubilaciones y pensiones más sumergidas el país se sumiera en la mayor de las catástrofes económicas, máxime teniendo en cuenta que en ese mismo país se exoneran de forma directa 2100 millones de dólares al gran empresariado, en el que se despachan desde las AFAP inversiones por 100 millones de dólares para construir La Tahona, por poner dos ejemplos. Y a esto sumar el desastre y el regalo que ha significado para numerosas “inversiones” nuestros dineros públicos.

Y es que pareciera que si, que desde hace un buen tiempo navegamos en este Titanic mientras nuestros políticos sacan su bolsa de recursos dialécticos (que en lo tocante al plebiscito se limita al miedo) y cual banda del Titanic siguen tocando mientras el barco se hunde lentamente.

Resulta cuando menos llamativo que quienes se oponen al plebiscito no develen su principal motivo del terror, o el fin del mundo que, cual Nostradamus trasnochados se dedican a predecir, y que es ni más ni menos que no poder echar mano al dinero de los trabajadores que se encuentran en poder de las AFAP y que le permiten al Estado vender títulos de deuda pública a compradores seguros.

En este Titanic contemporáneo, así como en el original, los botes son solo para la primera clase.

Antes del año 1996 y durante toda la historia de este país existió siempre inversión en obra pública, inversores extranjeros que se instalaron en el país, etc. la diferencia radicaba en que no era dinero de aportes jubilatorios los que bancaban todo eso. Pues ¿Cómo no va a ser un negocio tremendo disponer de mas de 22 mil millones de dólares de dineros confiscados por las AFAP a la clase trabajadora y tenerlos a disposición para “invertir” en negocios tremendos, especulación y deuda pública?

De aprobarse nuestro plebiscito, volverían de forma automática los 1400 millones de dólares que año a año se van hacia las AFAP y ese dinero, por sí solo alcanzaría para cubrir el aumento de jubilaciones y pensiones mínimas (460 mill. de U$S), para cubrir la asistencia de rentas grales a BPS (promedio 500 mill. de U$S) y hasta sobrarían poco más de 500 mill. de dólares para destinar a potenciamiento de la seguridad social mediante políticas que erradiquen la pobreza infantil, que en el Uruguay según estudio de la ONU de 2022 podría terminarse si se destinaran recursos por casualmente esos 500 mill. de U$S que sobran tras la eliminación de las AFAP.

Y todo eso sin siquiera hacer mención a los 22 mil millones de U$S, ahorro de las y los trabajadores.

Todos estos recursos potenciarían, harían económica y humanamente sustentable a la seguridad social y a la sociedad toda. Y este es el quid de la cuestión y por lo que todas las críticas económicas que se le realizan a la propuesta son falsas, así como toda la parafernalia del fin del mundo.

“Los hijos de puta no se sienten hijos de puta. No se miran al espejo a la mañana y dicen: ¡Pero qué pedazo de hijo de puta! … No. No sienten ninguna culpa. Eso es para los giles como nosotros”  (3)

En el fondo se trata de una buena parte de nuestra clase política operando de forma directa e indisimulada en contra de los derechos e intereses del pueblo al que representan y en beneficio de las grandes empresas y en muchos casos, de provecho propio.

“Gil según el diccionario  es una persona lenta, a la que le falta viveza y picardía, aunque ya sabemos que un laburante, un tipo honesto que cumple las normas termina siendo sinónimo de gil, pero un día el abuso que estamos acostumbrados los giles se convierte  en una patada en los dientes y uno dice basta” (4)

La iniciativa plebiscitaria es en principio las bases para una nueva seguridad social basada en la solidaridad, la equidad, la justicia social, lo público como eje, sin fines de lucro, que funcione realmente como elemento de redistribución de la riqueza, generadora de condiciones para toda la sociedad, para lograr que nadie pase necesidades en un país que se dice “pobre”, pero que despilfarra sus recursos millonarios en beneficio del 1% de la población, la más acomodada.

Es también un grito de “basta” por parte de un pueblo que defiende y lucha por sus derechos, que está cansado de escuchar campaña tras campaña a políticos hablar durante horas de la pobreza y que cuando llegan al poder sus políticas solo se limitan a repartir migajas y no a generar condiciones que hagan que las personas puedan superar esa situación.

El pueblo uruguayo, como históricamente ha hecho se levanta contra la injusticia, contra la desidia, las falsas promesas y el accionar de una clase acomodada que no se conforma con gobernar lustro tras lucro, sino que ha operado como una verdadera clase parasitaria que consume, despilfarra y hace lucro con la miseria de las y los trabajadores.

 

“Lo que no te dice el diccionario es que los giles somos personas que no bajamos los brazos nunca”. (5)

 

1) Luis Lacalle Pou, poeta contemporáneo, conferencia de prensa de Presidencia de la República.

2) Marcelo Abdala, conferencia de prensa PIT-CNT, https://enperspectiva.uy/en-perspectiva-programa/la-mesa/comision-por-el-si-en-plebiscito-de-seguridad-social-respondio-a-la-conferencia-de-lacalle-pou-apelan-al-miedo/

2,3,4) La odisea de los giles, 2019