Nuevamente tenemos que lamentar otro episodio de violencia en nuestras oficinas, esta vez en la ciudad de Pando. El viernes 5, un usuario concurrió a realizar un trámite sin agenda y amenazó a una compañera con volver con un arma de fuego si no se le solucionaba el problema en el momento. Le dijo que no le importaba nada, ni siquiera ir preso.
Agradecemos la rápida acción de las compañeras y los compañeros de la oficina, así como de quien subroga la gerencia de la sucursal, que hoy realizaron la denuncia en la comisaría. Este tipo de amenazas no es nada nuevo en muchas de nuestras sucursales y agencias. No podemos ni queremos naturalizar un clima de agresión constante.Una vez más, las oficinas del Banco de Previsión Social se convierten en lugares en los que la creciente violencia que existe en la sociedad se hace visible y quienes la sufren son nuestros compañeros y nuestras compañeras, que todos los días dan lo mejor de sí, como ya lo han demostrado en la pandemia, para que nuestra población no quede desprotegida en estos tiempos difíciles. Quienes atendemos público no podemos seguir permitiendo que esto se generalice. Como trabajadores, denunciamos que este tipo de hechos no pueden seguir ocurriendo.
Tal como lo hemos hecho en todas las bipartitas que hemos mantenido con la administración, insistimos una vez más en la importancia de que las funcionarias, los funcionarios y el público que concurre a nuestra institución dejen de estar tan desprotegidos y que se implemente algún mecanismo de seguridad para nuestras oficinas del interior.
No consideramos sano que las compañeras y los compañeros sigan estando en este estado de no saber cuándo ni en qué momento se tendrá que lamentar algún hecho de violencia que pase a mayores. Consideramos que ya hemos tenido demasiadas alertas como para que la administración continúe mirando para el costado.
La falta de personal y la reestructura están dejando cada vez más despobladas las oficinas del organismo, en una política que prioriza la reducción de costos por sobre la demanda de la población en cuanto al acceso a sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones, y que provoca numerosos problemas, a los que se suma el aumento de la violencia en toda la sociedad. Esto hace que, a veces, ante la menor demora, se esgrime la violencia como solución, violencia que ni siquiera va rumbeada hacia resolver los problemas que se reclaman, sino que, lisa y llanamente, termina manifestándose ante el funcionario o la funcionaria que atiende a la persona.
Porque no queremos seguir yendo al trabajo en este estado de inseguridad ni que el público que atendemos sea también víctima, reclamamos seguridad en las oficinas del interior, un análisis real de las necesidades de atención y soluciones a la falta de personal.
La Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social estará siempre defendiendo el derecho a trabajar en un clima correcto y brindar a nuestra población la atención que se merece.