¿Se acabó la pobreza infantil en el Uruguay post plebiscito?

Compartir

Recordarán como desde inicios de 2024 y hasta que se llevó a cabo la votación de la primera vuelta en nuestro país la discusión respecto al plebiscito incluyó un argumento que caía por sí solo, pero que se sumó a los miedos que se inculcaron a la población:

“Si se aprueba el plebiscito del PIT-CNT no habrá dinero para destinar a combatir la pobreza infantil”

A Pablo Mieres decir:

“Todo el tema de la pobreza infantil y tantas otras cosas, no van a poder resolverse” (1)

Mientras tanto, Martín Valcorba en mayo de este año:

“Economista del Frente Amplio dijo que equiparar jubilaciones y pensiones al salario mínimo insumiría varias veces el presupuesto para erradicar la pobreza infantil.” (2)

Paradójicamente fue Jorge Gandini el que aportó una visión un poco más completa sobre el tema:

“Es que la pobreza infantil no se reduce por sí sola. No sacamos a los niños de la pobreza, tenemos que sacar a los hogares en los que viven los niños de la pobreza. No le podemos dar solo partidas económicas. Se puede tener dos padres que trabajen todos los días, con tres hijos en ese hogar y los cinco son pobres. Porque hoy, en Montevideo, una familia a la que le ingresan entre los dos adultos menos de $ 60 mil, y hay 500 mil personas que ganan menos de $ 30 mil por mes, es pobre.” (3)

Aunque obviamente omitiendo mencionar que los jubilados y pensionistas que podrían haber salido de la miseria de haberse aprobado el plebiscito son el único ingreso fijo y real en el 37% de estos hogares, lo que hubiera significado un impacto directo en la vida de estas personas, niñas y niños.

Mientras tanto, el 3 de agosto se revela un informe de la ONU que traía sugerencias económicas para la reducción de la pobreza infantil que hubieran sido posibles de haber prosperado la propuesta de reforma del PIT-CNT.

“Pobreza infantil: Unicef confirmó a Uruguay entre los peores países de ingresos medio altos y altos” (4)

“Transferencias por US$ 350 millones podrían sacar a 50.000 niños de la pobreza en Uruguay” (5)

Ha habido decenas y decenas de políticos y pretendidos “expertos” que utilizaron el argumento pobreza infantil contrapuesto a la aprobación de nuestro plebiscito, desde los 110 economistas del FA por el no, el “independiente” think tank CINVE, hasta el espectro supuestamente “opuesto” desde la derecha, el argumento el mismo, de aprobarse la propuesta de reforma constitucional no se podrá combatir la pobreza infantil.

Lo que resulta extraño de ver son los titulares de diarios con posterioridad a la elección que surgen y que establecen un nuevo problema en la agenda, desplazando ya a la pobreza infantil, de la que ya nadie habla con la misma virulencia que en la etapa electoral, y compartimos algunos ejemplos:

“Niños obesos: un “problema” para Uruguay, que “prevalece y “va en aumento” 5/11/2024. (6)

Que igualmente tuvo una avanzada en julio de 2024 con el mismo titular repetido:

“El 42% de los niños y niñas menores de cuatro años presentan exceso de peso” (7)

“Altos índices de sobrepeso e inseguridad alimentaria en niños menores de cuatro años en Uruguay” (8)

Mientras, desde el gobierno se declara el 5/11: “Bajó 1% la inseguridad alimentaria severa y aumentó 2% la moderada, según encuesta de desarrollo infantil” (9)

 

El 13/11 también se publica:

“Indicadores de inseguridad alimentaria en el país mejoraron en 2024.” (10)

“Andrade: “Si la economía creció y tenés más niños con hambre, te tiene que dar vergüenza, ¿para quién fue el crecimiento?” (11)

No existen post 27 de octubre demasiadas declaraciones al respecto, o estudios en los que se contrapone las formas de lucha contra la pobreza infantil con las mejoras en poblaciones que justamente son integrantes de esos hogares pobres, y no parece casual.

Ya no es la pobreza infantil un tema de discusión en los grandes medios, sino que existen niños obesos, o que la inseguridad alimentaria “mejoró”.

¿Tapar el sol con un dedo? Quizás, pero les ha funcionado a quienes quieren manipular y miren si lo han hecho, la opinión pública y los temas que se ponen sobre la mesa.

Ya sin la “amenza” del plebiscito en el horizonte para una gran parte del poder político, se puede volver a la teoría del derrame, que es lo que en el fondo se ofrece, queda solamente el diálogo social como ámbito donde se volverá a debatir sobre porqué los dineros de la clase trabajadora se dilapidan en lucro de empresas privadas, en subsidios millonarios, en dineros que a fin de cuentas llenan agujeros que provoca la propia clase política en sus “negocios y acomodos”, y dejando como conclusión que los dineros para poder resolver los problemas de pobreza en este país existen y podría ser un hecho solucionable, obviamente a través de políticas públicas, de empleo, de transferencias, de posibilidades reales para generaciones enteras que nunca han podido salir de esa pobreza estructural.

La pobreza es y seguirá siendo decisión política, hasta que nosotras, nosotros seamos quienes exijamos cambios reales.

Que la frase “que el que tenga más pague más” sea una realidad, ya que hasta ahora suele ser al contrario, el que tiene más siempre consigue evadir más y ser más subsidiado por la mayoría más pobre de la sociedad.

La historia es y seguirá siendo la del Robin Hood al revés, robar a los pobres para darle a los ricos.

Está en nuestras manos una vez conocido todo lo que hemos podido saber en este transcurso de estudios profundos sobre nuestra seguridad social luchar por los cambios.

Aún sin plebiscito el poder sigue estando en el pueblo y su gente, y eso es algo que no debemos perder de vista.

Notas: